domingo, 10 de febrero de 2013

ÉTICA POLITICA Y PECADO ORIGINAL




La ministra de Educación alemana, Annette Schavan, acaba de hacer pública su dimisión después de que se le retirase su título de doctorado... En 2011 el ministro de defensa dimitió por un caso parecido.  Los responsables políticos justificaron su renuncia en su deseo de no influir negativamente en la acción de gobierno de Ángela Merkel .  

Anteponen  ambos  los intereses del país a los suyos propios e incluso a los de su partido.  Con ello evitan distraer la atención de la Primer Ministro de todo aquello que no sea la gestión de gobierno del pueblo alemán.    Tanto el ex ministro de defensa como la actualmente dimitida ministra de educación han manifestado su desacuerdo con la acusación, si embargo, decidieron con buen criterio salir de la primera fila de la política.

Hasta la fecha, los españoles asistimos estupefactos al lanzamiento de improperios entre nuestros representantes públicos incluido el manido “y tú mas”. A eso hay que añadir el agravante de una pésima situación financiera, laboral y de corrupción, que ha infectado  a toda la sociedad desde, la Casa Real , el Gobierno de la Nación, Gobiernos Autonómicos nuestro deporte y los representantes empresariales al frente -con su anterior presidente encarcelado después de habernos impartido las recomendaciones básicas para salir de esta crisis- pasando, como de puntillas, por la Iglesia y sus casi nulas actuaciones en los casos de pederastia, sin olvidarnos de su influencia para retirar de la formación de nuestros chicos la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Con este panorama, casi nadie se atreve a confiar en su vecino. Afectados directamente o no por algunos de estos casos, calificamos sin empacho como corruptos a todos nuestros representantes  públicos, a pesar de las constantes recomendaciones que nos envían ellos mismos de  de no mezclar las churras con las merinas. Pero claro ¿como podemos distinguir con la que está cayendo? 

Asistimos casi a diario a debates en los medios donde los voceros de unos y otros representan públicamente las historias que ocurren en palacio, de la misma manera que el ciego guiado por su lazarillo, llegaba al pueblo y con unos cartones pintados a modo de  viñetas , contaban una historia, normalmente a modo ejemplarizante con moraleja incluida, para que el pueblo se enterase y él y su lazarillo, obtuviesen una propina.

En este caos reinante en la sociedad española,  el caldo de cultivo para el nacimiento de los populismos de cualquier signo bulle constantemente. Aunmenta también la economía sumergida, no justificada pero comprendida, por todo el mundo y  esta vorágine de acontecimientos crece y crece como una bola de estiércol que todo lo mancha, esparciendo un pestilente hedor que anula nuestros sentidos e impide una observación clara de los acontecimientos.

¿Qué hacer entonces?  ¿Cerramos nuestros ojos, nariz y boca y nos quedamos impasibles esperando  que los causantes del desaguisado le pongan remedio?

En mi opinión, tenemos que entonar un “Mea Culpa” porque nosotros los elegimos. No podemos sentirnos solamente estafados. Somos también culpables.  Hemos infravalorado nosotros mismos  nuestro voto, lo hemos regalado por unas cuantas promesas olvidando analizar los méritos que cada uno de ellos presentan en su haber. Es hora de meditar y de hacer “Acto de Contrición”.       Para lograr un acto de contrición no es necesaria ninguna fórmula, pero si tener la recta conciencia de arrepentirse de los pecados cometidos y nuestro pecado, ha sido no habernos respetado a nosotros mismos. 

Por último, “Propósito de Enmienda”  El propósito brota espontáneamente del dolor. Si tienes arrepentimiento de verdad, harás el propósito de no volver a votar con tanta ligereza. 

Queda tiempo para ejercer nuestro derecho al voto, tres años. Nos vendrá bien para exigir a la justicia que haga su trabajo.    Tiempo para involucrarnos y definir qué queremos y como queremos que nuestros representantes futuros entren de preparados y limpios en las cámaras representativas.  Es preferible que, como todos los jóvenes españoles que aspiran a un puesto de trabajo, hablen idiomas, tengan formación especializada para los puestos a los que aspiran y, no olvidemos que van a gobernar un pueblo con ricos y pobres. Sería bueno que en vez de hacer la pelota al líder y pegar carteles en el período electoral desde las Juventudes del Partido, hicieran prácticas certificadas en asistencia a los necesitados en campamentos por el mundo o por nuestros propios cinturones urbanos donde los niños, el paro, la ignorancia y la escasa sanidad, cobran vida mas allá de unas simples estadísticas. 

Valencia 11/02/13


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